Dibujo artístico es la disciplina del trazado y delineado de
cualquier figura, abstracta o que represente un objeto real, como forma de
expresión gráfica. Desde la Prehistoria ha funcionado como lenguaje alternativo
de ámbito universal que permite la transmisión de información, sean ideas,
descripciones o sentimientos.
Dentro del campo del dibujo artístico, algunos críticos dividen dos
grupos: aquellos que solo copian un dibujo o modelo ya existente, los cuales
hacen uso de su capacidad de observación y motricidad para copiar la imagen tal
cual es; y aquellos que dibujan a partir de su capacidad imaginativa y
creadora, los cuales desarrollan una alta relación entre cerebro-mano para
poder plasmar las imágenes que conciben. Este último grupo es considerado como
el de los verdaderos dibujantes, ya que abarcan famosos personajes de la
historia y a aquellos que crean famosos personajes animados, mundos irreales,
paisajes y seres de fantasía e incluso artefactos que podrían ser útiles en la
vida real, aunque también son los más criticados y señalados a diferencia del
primer grupo que es bien aceptado, sobre todo a aquellos dedicados al dibujo
del retrato y paisajista.
Entre los elementos básicos de un dibujante artístico pueden citarse los
que componen el siguiente proceso:
Apunte: es el dibujo rápido que se usa para captar y recordar las
características de lo que se va a dibujar. Es útil cuando se dibujan si
exteriores o figuras en movimiento.
Boceto: es la prueba del dibujo en un papel aparte. Sirve para ayudar a
decidir el encuadre, la composición, qué elementos se incluyen…
Encajado: son las líneas generales que se trazan en el papel definitivo (se
tapan o borran después) que sirven como base del dibujo.
Línea: es el dibujo de los contornos. Se dibuja primero lo más general y
después el detalle.
Valorización: para conseguir más realismo y volumen, se sombrean las zonas más
oscuras. Las zonas de luz se pueden aclarar borrando o usando un lápiz de color
blanco o similar.
Color: un dibujo puede llevar colo, en especial si está destinado a ser
una ilustración (dibujo que acompaña a un texto en libros, carteles, etc.). El
color se puede aplicar con varias técnicas: acuarela, tinta, lápiz de color,
ordenador... El color puede ser plano (homogéneo) o con textura (apariencia
irregular que se puede conseguir con el material, el papel, la técnica, etc.).
Correcciones: los errores se pueden corregir, borrando, cubriendo una zona del
dibujo con pintura o un trozo de papel y dibujando sobre él, o escaneando el
dibujo y modificándolo en un programa de retoque fotográfico (ej.: Photoshop).
Con estos programas de retoque se pueden eliminar, añadir o resaltar cosas,
mejorar contrastes y colores.
Dibujo a mano alzada es decir, realizado sobre la marcha, sin
correcciones, por viajeros, exploradores, científicos. A este tipo de dibujos
se les conoce como cuadernos de campo.
Proporción: la proporción en el dibujo es muy importante, ya que dará al objeto
representado la armonía necesaria al relacionar todos los elementos. Un consejo
útil y práctico al momento de realizar el encuadre del dibujo, es colocarlo
frente a un espejo, de esta manera se descubrirá si la obra se encuentra bien
proporcionada y si guarda la simetría; esto es muy útil en especial con los
dibujos del rostro y en retratos.
En ocasiones nuestro ojo suele "engañarnos" al momento de
dibujar y resulta que al terminar un trabajo, desde nuestra mirada puede
parecernos correcto y bien encajado, más al colocarlo frente al espejo se
descubren errores de proporción y, es conveniente no olvidar que es así como lo
verá el espectador. Esto se corrige con la práctica constante y recordando que
es muy importante la observación para que podamos relacionar todos los
elementos del objeto a dibujar y lograr así una representación correcta. Otras
formas de evaluar es colocarlo al revés, mirarlo a contraluz por el reverso de
la hoja o colocar la hoja un poco más abajo para cambiar la perspectiva al
mirarla.
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